Niños indígenas que viven en extrema pobreza son cruelmente explotados
*Cientos de infantes de Tantoyuca, celebran el día del niño trabajando.
Por: La Redacción.
Tantoyuca, Ver.-07-Mayo-2014.-La extrema pobreza en la que viven miles de Tantoyuquenses, en especial los que residen en las zonas rurales, son explotados en ocasiones por sus mismos padres, para sobrevivir ante esta grotesca situación, descuidando sus estudios y a la vez, una bonita etapa que es la niñez.
Los niños indígenas, son cruelmente martirizados por personas adineradas que cuentan con ranchos en las comunidades de este municipio, quienes sin importarles la edad, son esclavizados y como siempre, mal pagados.
Nuestro recorrido fue, la localidad de Tametate, a 20 minutos de la cabecera municipal, en donde casi el transporte circula cada hora o en ocasiones 4 veces al día, una comunidad que cuenta con un lugar de esparcimiento llamado Jagüey Tametate, pero que en su interior, dicha comunidad cuenta con decenas de niños que son cruelmente explotados, para sobrevivir.
El camino es de terracería, que en tiempos de lluvias, es un poco difícil circular en vehículo, en su orilla son visibles varias viviendas de guano, de block con techo de lámina o de cartón a medio construir, los niños más pequeños que apenas «gatean» se pueden observar jugando, y los más grandecitos, se encuentran trabajando, pues como es de imaginarse, el único trabajo para sobrevivir es acarreando agua, trabajando en la milpa o bien en ranchos de particulares.
A casi 150 metros de la presa de Tametate, nos encontramos a Luis un niño de 11 años de edad, quien con dos garrafas, se dirigía a traer agua para beber, lo acompañamos y en el trayecto charlamos sobre su vida, sobre su trabajo que a decir de él, a diario trabaja de 9 de la mañana a 5 de la tarde, y que el recurso que gana es muy poco para subsistir.
Su paga depende de cuantas acarreadas realice, asegura que en ocasiones llega a ganar 40 pesos al día, pero siendo el mayor de 3 hermanos, esta obligado a que cuando termina su jornada de trabajo, tiene que acarrear agua para su domicilio, mientras que su padre trabaja en la milpa y su madre se dedica a lavar ropa ajena en la cabecera municipal.
Triste es observar como los niños trabajan bajo los intensos rayos del sol, su rostro refleja sufrimiento, refleja cansancio. El pozo que se encuentra dentro del area denominado Jagüey Tametate, a un costado de la presa, es donde Luis saca agua con el apoyo de una cubetita, platicando con nosotros, le ayudamos a llenar sus garrafas.
Con una voz muy bajita, muy penoso para hablar plática que nomás curso el kinder en la colonia la Pedrera, pero que sus padres al no contar con recurso y al no recibir ningún tipo de apoyo por parte del Gobierno Municipal, Estatal y Federal, ya no pudo continuar con sus estudios.
Tras preguntarle sobre que regalo recibió el 30 de Abril pasado, mencionó que nomás un refresco, de 2 litros, ya que al momento de encontrarse acarreando agua, una familia que acudió a pasar una tarde en el Jagüey Tametate, se lo obsequió.
Así como Luis, hay miles de niños en Tantoyuca, quienes sufren una explotación laboral, que en ocasiones peor aún, son maltratados cruelmente por sus patrones.
Seguiremos recorriendo otras comunidades de Tantoyuca, dando a conocer las terribles situaciones en la que viven miles de niños indígenas, quienes son explotados y discriminados por algunas personas, en especial de aquellas que se dicen ser de un alto nivel social.